¡Se nos escapó!

El Consejo de Administración a través del Departamento de Guerras Santas y Similares (Aunque no le guste a S.S.) hace la siguiente declaración:

El Departamento de Guerras Santas y Similares tiene el infortunio de comunicar que fallo nuestro atentado contra Amlito.

Mientras paseábamos por los jardines del fortín Jesuita escuchamos una voz... primero pensamos que era una tele o un radio, pero al darnos cuenta que no había manera que se escuchase una tele o radio en donde nos encontrábamos, nos entro el pánico, ¡una nueva facción que pugna por dar golpe de estado!, pero tampoco fue eso, las facciones se encuentran tranquilas.

Inmediatamente el Consejo de Administración ordenó a Comité de Inculpaciones buscase el origen de tanta alharaca... cuando al aguzar el oído, lo descubrimos, una nos ilumino, era la voz de Amlito; la oportunidad perfecta de honrosamente pasar a la historia. Todas la facciones clamaban ¡Magnicidio! ¡Magnicidio!

Nos enteramos que Amlito se encontraba en un mitin a pocos metros del fortín jesuita al que fuimos destinados. Perfecto, busque el cuarto de municiones, toda casa jesuita que se honre de serlo debe tener una... pero tal parece que la que habito es bastante deshonrosa. Aunque encontramos algunos machetes.

Tomamos un machete y nos enfilamos al camino, pasamos desapercibidos, no es raro que la gente de esta localidad camine con un machete, al fin es un territorio regenteado por jesuas.

Conforme me íbamos acercándonos al lugar que había sido escogido por Dios para la inmolación, pensábamos como nos cubriríamos de gloria. El lugar abarrotado, la multitud no se cansaba de lanzar consignas, el clima perfecto y cuando llegamos sabíamos que pronto estaría dentro del selecto círculo de los grandes magnicidas de la historia...

Amlito acaba de retirarse... alguien le dio el pitaso y huyó... cobarde... me arrebato de las manos el Honor y la Gloria de asesinarlo. Que frustración, tan cerca y tan lejos...

Pero algún día, algún día.

P.D. Mi pequeño panista no deja de exigir cuentas al Consejo, y de culpar a todos, esta como desaforado